QUEJAS

Seguramente que cuando leímos por primera vez el pasaje en el que pueblo judío se quejaba ante Moisés por haberlos sacado de Egipto, nos llamó la atención su actitud.

No fueron ellos los que clamaron a Jehová para que los liberara de la esclavitud? Como podían ahora reclamarle a Moisés el haberlos liberado y llevado al desierto?

Era un desafío para el hombre que había sido elegido para que sacara a su Pueblo de las duras condiciones de vida que le había impuesto faraón. Y también era una queja ante el propio Jehová.

Pero ante la menor adversidad ese mismo pueblo, olvidó por que había clamado y ahora expresaba con acritud que más les valdría haber seguido en Egipto.

Este impresionante ejercicio de cambiar la verdad según las circunstancias, tiene que ver con nuestras propias actitudes, cuando en determinados momentos nos quejamos ante el Eterno.

Con qué facilidad nos olvidamos donde estábamos, quienes éramos, que hacíamos, cuando la menor adversidad nos hace levantar nuestra queja, nuestra disconformidad.

Recordemos que al pueblo judío esta actitud de queja le costó el peregrinaje por el desierto durante 40 años! Y al líder que los liberó de la cautividad el impedimento de pisar la Tierra Prometida, por su enojo y desobediencia.

Antes de levantar nuestra queja, oremos pidiendo perdón por nuestra rebeldía, hagamos memoria de lo que fuimos y seamos honestos con lo que somos!

Éxodo 16:3
Diego Acosta García
Música: Neide Ferreira
www.septimomilenio.com

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