Leimos con asombro como se exhortaba a diezmar y ofrendar, porque Dios multiplica todo lo que demos. Para completar el mensaje, se mostraba una foto de un billete de cien dólares.
Quedamos impresionados por lo que representa el mensaje y por su origen. Puede haber muchas personas que interpreten que efectivamente, diezmando y ofrendando, Dios multiplicará nuestro dinero.
Este es el mensaje de quienes predican que debemos ser prósperos, un mensaje que es tan atractivo como falto de respaldo bíblico y tan peligroso para nuestra vida de creyentes.
Resulta evidente que si alguien desde el púlpito nos dice que contra más dinero dejemos en la Iglesia, más dinero recibiremos de parte de Dios, el resultado es más que prometedor.
Pero no se está proponiendo un trueque? Si damos a Dios, recibimos de Dios? Esta impresionante sencillez puede atraer a hermanos con pocos fundamentos bíblicos.
Pensemos: Dios es un Dios de trueques o un Dios de Pactos? Admitiendo que fuera así por ejemplificar la situación, cuánto hermanos conocemos que se han enriquecido con esta teología?
Tal vez la pregunta sería: Cuántos líderes se enriquecieron utilizando a Dios con sus mensajes?
La Biblia se explica por sí misma, es decir se explica en su contexto. No caigamos en manipulaciones aberrantes ni seamos cómplices de quienes lo hacen. Dios no es un Dios de trueques!
Mateo 23:19
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
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