PERDIDA

A medida que pasa el tiempo a determinados mandatos que nos dejó Jesús parece que les vamos quitando su verdadero sentido y nos dejamos arrastrar por lo inmediato.

Bien podría decirse que estamos cambiando lo importante por lo urgente y desde esa perspectiva dejamos que las enseñanzas del Señor se desdibujen.

Tal vez se piensa que lo que se enseñó hace casi dos mil años ya no tiene la misma vigencia para este momento. Tal vez por eso nos estamos olvidando de la… oveja perdida.

Jesús fue rotundo en su enseñanza, pero la realidad de nuestros días es otra bien diferente. Nos ocupamos de la oveja perdida? O son más importantes las que tenemos en el redil?

Hemos caído en una trampa con una dudosa facilidad. Es tan importante la oveja perdida como las ovejas que están guardadas. Es cuestión de interpretar lo que dijo Jesús.

No enseñó que se descuidaran a las ovejas que estaban reunidas en lugar seguro. Dijo que había que protegerlas y una vez tomada esa precaución buscar a la oveja que no había acudido al llamado.

Quién se ocupa de la oveja perdida?

Es necesario recuperar urgentemente la vigencia del mandato del Señor, para que ninguna oveja se pierda y pongamos tanto esmero en buscarla como en cuidar a las que sí están en los rediles.

Lucas 15:4-7
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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