Hay algunos sistemas de aprendizaje de diversas materias, que colocan a los alumnos ante situaciones en las que deben hacer un ejercicio de comprensión y como si fuera un juego, deben responder cierto o falso.
El sistema es bastante eficaz porque pone de manifiesto la capacidad de comprensión de cada alumno, ante situaciones que obviamente han sido planteadas sobre un tema determinado.
A veces las respuestas pueden provocar situaciones risueñas, porque las respuestas confunden lo cierto con lo falso o viceversa, aún cuando se trate de cuestiones demasiado evidentes como para confundirse.
Todo tiende a complicarse cuando esta clase de ejercicios forman parte de exámenes para calificar el nivel de estudio, por lo que cada respuesta asume una categoría diferente.
No nos pasa lo mismo con algunas situaciones de nuestra vida?
Cuando nos planteamos tomar una decisión y evaluamos la situación, debiendo contestar si estamos en lo cierto o estamos equivocados, no nos cuesta encontrar la verdadera respuesta?
Dudamos si es cierto o falso que debamos asumir nuestra responsabilidad, en una situación comprometida. Y esas dudas se agrandan cuando confrontamos la respuesta con la Palabra de Dios.
Es fundamental que reflexionemos sobre estas dudas porque son las que en definitiva, nos colocarán frente al Señor o contra el Señor. Puede que alguien piense que es una exageración, pero muchas veces es la realidad.
Cierto o falso?
Proverbios 12:2
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira