En los primeros años del siglo pasado el mundo se deslizaba irremediablemente a un conflicto armado, pero nadie parecía querer advertirlo.
Por el contrario se fantaseaba con la guerra y con la realidad, como si se estuviera jugando con pompas de jabón y no con la vida de las hombres y mujeres que caerían en la contienda.
Estos tiempos en algunos aspectos se parecen a los que mencionamos, porque vivimos despreocupadamente encerrados en nuestra burbuja, ignorando la realidad que nos rodea.
Ya hemos igualado el significado del matrimonio en la práctica y en las leyes, sancionamos la eutanasia, las leyes defienden a los homosexuales y hasta proclamamos la prosperidad en las iglesias.
Hay motivos para seguir jugando con pompas de jabón?
En varios países se está insinuando el antisemitismo, la persecución a las iglesias cristianas cada vez es más importante y todos los días nos enteramos de nuevas formas de perversión.
Pero nosotros seguimos insensibles a esas realidades, buscando refugio en las iglesias, ignorando de esta manera los anuncios de Jesús sobre lo que ocurriría en los tiempos del fin.
Hasta cuando viviremos así?
Seguramente hasta que la intolerancia religiosa violente nuestros lugares de culto, hasta que comiencen a prohibirse las manifestaciones de nuestra fe y hasta que se intensifique la persecución a los cristianos.
Debemos creer que vivimos tiempos proféticos! Debemos despertar a la realidad y no extasiarnos con pompas de jabón!
Mateo 24:8-10
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira