TUTOR

 

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Caminando por un sendero al costado de un río nos llamó poderosamente la atención, como se habían puestos guías o tutores en un joven árbol para que creciera recto, sin desviaciones.

Que nos llamó la atención?

La colocación del tutor o de la guía? No. Lo que atrajo nuestra mirada fue el cuidado con que se había hecho esta operación, para que fuera lo amplia para el crecimiento del árbol y a la vez para que lo dirigiera con firmeza.

Tal vez reparando en esa forma de proceder nos vino a la mente lo que hacemos con nuestros hijos. Siempre tendremos dos alternativas frente a ellos. O procedemos con firmeza o buscamos su comodidad y le facilitamos la vida.

Estas opciones nos revelan hasta que punto la Palabra de Dios es rotunda en sus definiciones. Podemos obrar como en el mundo siendo permisivos o excesivamente tolerantes o asumimos nuestra responsabilidad como padres.

La permisividad nos impediría colocar las guías o los tutores para lograr el adecuado crecimiento de nuestros hijos. Pensaríamos que la tolerancia les facilitará la vida, pero nos olvidamos que será la propia vida la dura maestra que le enseñará lo que nosotros no fuimos capaces de hacer.

Si somos firmes, haremos como los tutores o guías que vimos. Serán amplios y generosos, pero a la vez firmes y eficaces, para que el arbolito simbólico de nuestros hijos se convierta en un árbol sin desviaciones.

Escuchemos la Palabra de Dios y seamos firmes y amorosos con los hijos que el Señor nos ha dado!

Deuteronomio 6:7

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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