Una joven anunciaba su próximo casamiento y decía que su vida era una novela en la que se escribiría otro capítulo. La euforia de sus palabras fue contagiosa y por algunos momentos muchos pensamos que tenía razón.
Como todo sentimiento, la euforia tuvo una fugaz presencia en nuestros ánimos y entonces alguien se preguntó: La vida es una novela? En todo caso no será color de rosa. De ninguna manera puede ser de ese color.
El Señor siempre utiliza las más diversas situaciones para enseñarnos!
Efectivamente la vida no es una novela y por lo tanto de ninguna manera puede ser color de rosa. La vida tiene color de realidad, tiene el color de la realidad y no puede tener otro, porque en cuanto lo imaginemos diferente nos podemos equivocar.
Una persona con muchos años de casada le comentó esta cuestión a la futura esposa. La joven la miró extrañada y tuvo palabras descorteses, replicándole que si le había ido mal en el matrimonio no tenía por qué quitarle la ilusión.
La señora le explicó que gracias a Dios su casam iento había salido adelante con muchos esfuerzos y muchas luchas, pero se había consolidado porque tanto ella como su esposo eran creyentes convencidos de la importancia del matrimonio.
Por eso lo defendieron y por eso lucharon. Pensando en el regalo de los hijos que habían tenido y porque debían cumplir con el mandato de preservar la unión. La joven agradeció el mensaje y entendió que la vida no era una novela.
El casamiento es un andar compartido de la mano del Señor!
Mateo 19:5-6
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira