Si vivimos, pensamos y actuamos en un mundo extrañamente leve, también comenzaremos a ser leves en nuestra vida, con nuestros pensamientos y con nuestras obras.
Que significa la levedad?
En este caso podríamos decir que es como si fuera una ráfaga de viento que suavemente roza la superficie de las cosas, tan suavemente que apenas movería las hojas de los árboles o levantaría minúsculas partículas de polvo.
La levedad es una acechanza mayúscula para nuestra vida de cristianos.
Lo leve puede ser sinónimo de superficial y entonces toda la transformación que debemos de tener en nuestro interior, apenas se queda en la superficie, rozando nuestra piel.
Cuando nos bautizamos somos sumergidos en las aguas, para que el viejo hombre o la vieja mujer, puedan surgir en el momento de ser nuevamente reincorporados. La circulación continua de las aguas, se lleva nuestra vida anterior!
Este hecho simbólico, si continuamos viviendo en la levedad apenas será un poco de agua que mojó nuestro cuerpo y no será el principio de la transformación gloriosa de ser hombres nuevos rescatados por Jesús.
La levedad nos impedirá profundizar en las enseñanzas bíblicas y en lugar de ser lectores de la Palabra de Dios, seremos meros portadores del Libro que la contiene.
La levedad impedirá que lloremos con el que llora y que no demos agua y pan a quién lo necesite. Que es lo mismo que negárselos al propio Jesús.
Guardémonos de la levedad, porque nos alejará cada día un poco más del Señor.
Proverbios 29:20
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
