APACENTAR

Dv20AU14No caigamos en el desánimo cuando advertimos que dentro de nuestra propia congregación ocurren cosas que nos lastiman, que nos hieren.

Nada escapa al control del Soberano, por tanto toda mala acción tendrá su propio castigo. El Señor siempre ha defendido a los débiles y no solo que lo ha hecho, sino que lo seguirá haciendo.

Quienes obran con prepotencia con los más débiles, con los que menos saben o conocen del Evangelio, recibirán su paga. Dios rechaza la prepotencia de los orgullosos y castigará sus acciones.

Es muy triste ver como especialmente las personas que están iniciando el camino de la fe, ven sus propósitos frustrados porque en lugar de encontrar Misericordia y comprensión, reciben hostilidad y hasta desprecio.

Jesús maltrató a quienes comenzaban a seguirle?

Si Él siendo Dios hecho Hombre obró con paciencia y buena voluntad, como no habríamos de hacerlo nosotros, que somos simplemente hombres?

En que oscuro lugar de nuestro corazón se alienta la idea de que somos superiores a los demás?

Nadie es mejor que nadie ni tampoco nadie es peor que nadie. Somos todos iguales delante del Eterno, porque Él no hace acepción de personas. Sabiendo esto, no caigamos en la absurda vanidad de sentirnos superiores por nuestros conocimientos.

Es algo que el tiempo enseña, que cuánto más sabemos, más tenemos la dimensión de lo que ignoramos!

Seamos Sabios y humildes de corazón en nuestra relación con quienes están iniciando el mismo camino por el que pasamos en nuestros comienzos. Tengamos la Misericordia de advertir a quienes nos siguen, de las acechanzas que deberán afrontar!

Ezequiel 34:20-22

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

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