CUMPLIMIENTO

dV6noCuando leemos la Palabra de Dios nos regocijamos con las promesas de las que nos hacemos co-herederos a través de Israel.

Cada vez que leemos una promesa nos sentimos bendecidos sabiendo de su cumplimiento inexorable!

Pero, cuando leemos las palabras dirigidas contra quienes se rebelaron contra Jehová, pensamos que tienen una forma de cumplimiento que pertenece al pasado.

Y efectivamente es así. Pero por qué casi nunca pensamos que esas profecías, también nos pueden alcanzar? Acaso no nos rebelamos contra Dios?

Si creemos y nos regocijamos con las promesas, también debemos de creer que los castigos impuestos por el Eterno, nos alcanzan, en la misma manera y proporción que las bendiciones.

Acaso no se cumplieron las palabras en contra de los amonitas y los moabitas? Acaso esos pueblos finalmente no fueron absorbidos por los árabes?

Debemos reflexionar sobre cada cosa que hacemos a lo largo de nuestra vida. Sobre cada cosa que decimos y sobre las bendiciones y maldiciones que salen de nuestra boca.

Todo tiene un significado y todo tendrá su recompensa. En algunos casos serán bendiciones y en otros, el mismo cumplimiento de las maldiciones que se formularon contra quienes se rebelaron contra Dios.

Esto ha sido siempre así y lo seguirá siendo!

Por estas razones no nos podemos sorprender cuando en determinados momentos de nuestra vida nos ocurren cosas que nunca esperábamos. Ni deseábamos!

Pero delante de Dios todo tiene validez, desde las palabras hasta los hechos y por eso debemos de tener temor y temblor.

Nuestra vida es la suma de todas las acciones. Unas serán de bendición y otras obrarán en nuestra contra!

Ezequiel 25:7-8

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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