HACEN…HACEMOS…

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Cada día de nuestra vida tiene un significado muy especial. Así como la Misericordia del Señor se renueva cada día, así también se renuevan nuestras actitudes.

Es posible que no tengamos clara conciencia de esta realidad, pero si reparamos en nuestros hechos cotidianos nos podemos llegar a sorprender.

La mayoría de las veces estamos pendientes de lo que HACEN los demás. Entonces somos capaces de valorar y finalmente de juzgar a otras personas.

Podríamos decir que estamos más preocupados por los demás que por nosotros mismos y nos afanamos por los demás más que por nuestras propias acciones.

En eso consiste la diferencia entre lo que otros HACEN y lo que nosotros HACEMOS!

Con los demás somos extremadamente rigurosos y difícilmente encontraremos algo que nos merezca una buena valoración.

Nuestro sentido crítico se profundiza y estamos predispuestos a ver los errores y las faltas y no los aciertos.

Esto a pesar de que somos conscientes de que todos podemos hacer cosas buenas y cosas malas, cosas acertadas y cosas erradas.

Sabiendo esto, nuestro juicio siempre será duro con lo que otras personas hacen. Nos olvidamos de la enseñanza de Jesús con relación a la vara con la que se medirán los hechos de los demás y los personales.

Por eso, cuando hagamos algo, no es sabio que estemos pendientes de la valoración de los demás. Lo importante es como el Todopoderoso juzgará lo que HACEMOS.

A partir de esta realidad, deberemos aprender a ser benignos para juzgar a los demás, porque con esa vara serán juzgados nuestros hechos.

Miqueas 6:9

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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