FALIBLES

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La sorprendente vanidad de los hombres ha quedado reflejada en muchos pasajes de la Palabra de Dios. Pero tal vez pocas sean más elocuentes que la protagonizada por Pedro.

En la semana crucial del Ministerio terrenal del Señor, él, que era uno de sus más fieles seguidores afirmó que estaría dispuesto no solo ir a la cárcel sino también a la muerte.

La respuesta del Hijo del Hombre no pudo ser más rotunda: El gallo no cantará anunciando el nuevo día hasta que me hayas negado tres veces.

Seguramente muchos de nosotros hemos leídos un gran número de veces este pasaje, teniendo una especie de benevolente comprensión con Pedro.

Sin llegar a juzgarlo, lo consideramos como un hombre que en un momento decisivo pronunció palabras que luego no sería capaz de cumplir.

Si llevamos la cuestión al tema personal, nos podríamos preguntar cuántas veces hemos dicho y hecho lo mismo que Pedro.

Acaso no hablamos de todo lo que seríamos capaces de hacer para ser fieles a Jesús? Acaso no hemos negado con nuestros hechos nuestras propias afirmaciones?

Jesús siendo Dios nos conoce como nadie es capaz de conocernos, nosotros mismos incluidos. Ese conocimiento de nuestras debilidades le hizo formular el anuncio a Pedro.

Lo mismo podría decir de nosotros cuando en auténticos ataques de fe, afirmamos cosas que estamos seguros seremos incapaces de cumplir.

Debemos comprender que:

No se nos exige valentía, porque somos débiles.
No se nos exige perfección, porque somos falibles.
Se nos demanda obediencia, porque somos hijos!

Lucas 22:34

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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