CONMOCIÓN

droga

Hace unas horas escuché el testimonio de una persona que había sufrido el brutal dominio de las drogas, para luego pasar a otro peor.

Se trata de cómo en algunos lugares públicos se asiste a quienes se encuentran internados a causa de los efectos del consumo continuado de estupefacientes.

Primero lo escuché con asombro y luego la reacción fue de conmoción ante la forma en que la sociedad de nuestros tiempos trata a los más débiles.

La persona contó cómo día tras día vivía bajo los efectos de otras drogas para controlar sus reacciones y sobre todo para no generar ninguna clase de problemas en el lugar donde estaba ingresada.

Me pregunté: Como es posible que ocurran estas cosas?

La respuesta es demasiado sencilla como para ser aceptada sin tener conciencia de nuestra propia responsabilidad.

A nadie le importa o mejor dicho, a muy pocos les importa lo que ocurre con los drogadictos, mientras no causen molestias en el lugar donde viven.

Los tratamientos que sufren esas personas no están sujetos aparentemente a un control severo y peor aún, no interesan a prácticamente nadie.

En el mundo pareciera que se acepta que esto ocurra para vivir tranquilos, sin ver espectáculos desagradables en las calles y para vivir con la seguridad de no encontrarse con personas dominadas por las drogas.

Y el Amor que proclamó Jesús?

Y la Misericordia?

Los cristianos no debemos ignorar que esto forma parte de la realidad de nuestros tiempos y debemos apoyar a quienes trabajan para verdaderamente ayudar a los hombres y mujeres esclavizados por las drogas.

Proverbios 3:27

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

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