Ante las cifras es legítimo el horror!
Pero basta con que nos horroricemos?
No se puede hacer nada más que eso?
Las respuesta está en manos de las autoridades de la Unión Europea, que una vez más muestran la incapacidad para tomar grandes decisiones en los momentos correctos.
A los más de 900 inmigrantes que murieron en el naufragio, cuando navegaban hacia Palermo en Italia, se suma otra catástrofe.
Más de 300 inmigrantes estuvieron a punto de morir cuando el barco en el que se dirigían a Europa, presuntamente chocó contra rocas en Grecia.
Hombres, mujeres y niños, inmolados en la dura búsqueda de nuevas posibilidades para sus vidas, difíciles de conseguir en el continente africano.
El drama humano elevado a su máxima expresión!
La Biblia nos manda cuidar a las viudas, los huérfanos y los extranjeros!
Es un mandato no una opción. Lo cumpliremos? Asumiremos la responsabilidad de ignorarlo, sin tener en cuenta cuántos muertos más tendremos que llorar?
Oremos por los inmigrantes!
Diego Acosta