El movimiento de una magnitud de 7,9, produjo graves daños en la capital Katmandú y también en el norte de la India.
Los daños materiales son muy importantes, pero más aún el de las víctimas personales que se estiman según las primeras estimaciones en casi medio millar.
La prolongada manifestación del fenómeno aumentó los daños, ya que muchas calles pavimentadas sufrieron la apertura de auténticos cráteres en pleno centro de Katmandú.
En el norte de la India también tuvo repercusiones, que afectaron incluso a la capital Nueva Delhi.
El movimiento también se verificó en el Himalaya con una gran avalancha que habría abatido a varios escaladores que se encontraban haciendo preparativos para su incursión en la alta montaña.
En Katmandú, se verificó la caída de la histórica Torre de Bhimsen o Dharahara, que fue construida en el siglo 19 y era uno de los centros de atracción turística de la capital. Por lo menos 50 personas quedaron atrapadas en sus escombros al quedar destruida por la violencia del movimiento.
Las autoridades trabajan en el rescate de las víctimas.
Oremos por las familias de quienes perdieron la vida en este movimiento de la naturaleza.
Diego Acosta
Fuentes:
Le Monde – Francia
New York Times – Estados Unidos