EN EL INICIO Y LOS DÍAS II
Génesis 1:11
Dios determinó que la parte seca de la tierra fuera cubierta por todo tipo de vegetación, plantas y árboles que den simiente, conforme a sus propias especies.
La Creación del Todopoderoso fue minuciosa para qué en todo hubiera un orden.
La reproducción de toda la flora y posteriormente la fauna e incluso los hombres quedaron sujetos al principio, de que cada uno debe conservar su especie. Esto restringe totalmente la posibilidad de que formas más elevadas de vida puedan provenir o ser originadas de elementos inferiores o más simples.
Esta cuestión es fundamental para rebatir la llamada teoría de la evolución, que evidentemente no deja de ser una teoría contraria a lo establecido por Dios.
Génesis 1:12
Así la tierra produjo hierbas que generaron semillas según su naturaleza y árboles que crecieron del mismo modo, según su género.
Y vio Dios que era bueno.
Génesis 1:13
Así fue la tarde y la mañana del día tercero.
Génesis 1:14
La siguiente Declaración de Dios es majestuosa en su Creatividad. Puso término a tres jornadas en las que la luz que se podía advertir durante el día parecía provenir del sol y la tenue luz de la noche como si existieran la luna y las estrellas.
Creó las lumbreras en el firmamento a fin de separar los días de las noches y para que obraran como señales para definir las estaciones, días y años.
Génesis 1:15
Las lumbreras establecidas en la expansión de los cielos tienen por misión iluminar la tierra.
Todo tiene un Propósito para Dios!
Génesis 1:16
Dios creó dos grandes lumbreras. La mayor para señorear e iluminar el día y la menor para la noche y creó también las estrellas.
Génesis 1:17
Y las puso Dios para que iluminen la tierra.
Génesis 1:18
Para señorear durante el día y durante la noche, para separar la Luz de las tinieblas.
El sol, la luna y los demás astros fueron creados por el Amor de Dios para que los hombres tuvieran elementos para marcar el tiempo, para dividir el año y las estaciones. Los cuerpos celestiales ayudan a los hombres a través de sus travesías tanto por el mar como sobre la tierra, Salmo 136:9; Isaías 40:26; Oseas versículos 17 y 18.
Y vio Dios que era bueno.
Génesis 1:19
Pasaron la tarde y la mañana y se completó el cuarto día.
Diego Acosta