En uno de los tiempos más largos y difíciles de mi vida, recibí como única respuesta del Señor una breve frase: CALLA Y ESPERA.
Pasados los años por Gracia pude interpretar que significado tenían estas dos palabras que muchísimas veces fueron el mensaje recibido tras mis oraciones clamando por la prueba en que me encontraba.
Que significa CALLA?
En mi caso, el hablar en demasía ha sido el origen principal de los errores más serios que he cometido, porque se relacionan con un estado de ánimo.
Podría decir que hablar es una forma de volcar en palabras lo que se guarda en el corazón y en el tiempo que evoco, no era bueno lo que tenía mi interior.
Era una extraña mezcla de rebeldía y desilusión. Rebeldía porque no aceptaba mi situación, que percibía como un largo camino por un desierto desconocido y abrumador.
La desilusión provenía de la sensación que tenía al pensar que salvo por sus respuestas reiteradas, el Eterno se había olvidado de mí.
O más grave todavía: Que no le placía escuchar mis oraciones clamando por la salida de ese territorio yermo en el que me encontraba.
Muy pocas personas me escucharon hablar de ese desierto, pero muchas escucharon mis protestas por vivir en ese páramo.
Después de muchos años he comprendido la sabiduría del mensaje del Todopoderoso: CALLAR en la aflicción, es una muestra de confianza en sus decisiones.
Por tanto puedo concluir que permanecer en silencio tanto en la alegría como en la tristeza, es lo mejor que podemos hacer para no tener actitudes desafiantes hacia Dios.
Salmo 4:4
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira