En estos días ha muerto en Brasil un joven de 20 años, que pretendía ser un muñeco…Deseaba convertirse en Ken el esposo de otra muñeca…Barbie.
A sus condiciones naturales sumó varias cirugías estéticas, hasta que comenzó a ser conocido como el Ken humano de Brasil.
Desde los 18 años se dedicó afanosamente a lograr su propósito. Hasta hace unos meses cuando comenzó a sentir fuertes dolores en las piernas, como consecuencia de haberse inyectado hidrogel.
Repitiendo así los gravísimos problemas de salud que provocan estas inyecciones en el cuerpo humano, que tienen notorios antecedentes.
Finalmente el joven de la historia, falleció como consecuencia de leucemia. Un final demasiado trágico, para quienes fantasearon con la idea de tener al esposo de la muñeca Barbie.
Nos preguntamos: Daría la impresión que los humanos no tenemos límites. Y que si los tenemos no los respetamos!
Reflexionemos sobre esta historia.
Reflexionemos sobre nuestros propios pensamientos.
Reflexionemos que hacemos para evitar que las personas que nos rodean, lleguen hasta estos extremos.
Reflexionemos por qué hay personas que desean ser…distintas a lo que verdaderamente son?
Reflexionemos y oremos!
Diego Acosta
