LA BIBLIA ENSEÑA

EL ORIGEN DE LA HUMANIDAD – I

benseña

Génesis 2:4

 

Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos

Jehová Creó el escenario donde se desarrollaría la Historia de la Humanidad sobre la Tierra.
Como pudo saber Moisés todo lo que escribió sobre la Creación, si no hubo testigos humanos?
Todo lo que fue escrito es impropio del conocimiento de la especie, por tanto la única fuente posible es la del propio Creador. ÉL Creó todo con su Palabra y lo reveló a Moisés!

 

Génesis 2:5

 

 

y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,

Esta era la situación de la Tierra hasta antes del día 3.
Para ampliar la comprensión sobre el tema, bueno es indagar sobre la etimología de la palabra “paraíso”.
Lo que se describe corresponde al Edén, que en idioma hebreo puede interpretarse como Gran placer o como Bienaventuranza.
En el idioma de los pobladores posteriores de la región mesopotámica, Edén identifica a un terreno o planicie fértil.
En la traducción al griego, en la Septuaquinta, Edén es representado como Parque o Jardín paradisíaco.
Geográficamente el lugar fue ubicado entre los dos grandes ríos de la actual Irak: El Eufrates y el Tigris.
Debemos advertir que se habla de las plantas antes de que estuvieran en la tierra y de la hierba, antes de que naciesen. Dios todavía no había hecho llover ni el hombre existía para labrar la tierra.

Génesis 2:6

 


sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.

El agua fluía en manantiales desde debajo de la tierra, que era la forma de regadío para todo lo Creado. Todavía no se había producido la Desobediencia y la Caída del hombre y el ciclo de las lluvias, las tempranas y las tardías, no había sido establecido. Tampoco habían sido determinadas ni las sequías ni las inundaciones, que fueron también un método de castigo empleado por Dios.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

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