Confieso que esta palabra y todo lo que la rodea, no es de mi agrado. En lo más mínimo!
Acomodar, es más o menos lo mismo que acomodarse, que es más o menos lo mismo que buscar nuestro lugar…pero en el mundo, NO en el Reino.
De allí los peligros que tiene ACOMODAR o ACOMODARSE!
El líder de una importante Obra al servicio del Señor, siempre comenta con relación a estas palabras, destacando el riesgo que tienen para nuestra vida espiritual.
Coincidimos totalmente con esta advertencia, porque generalmente cuando buscamos acomodarnos, siempre nos acomodamos hacia lo más fácil, hacia lo que nos resulta más placentero.
Para decirlo de otro modo, cuando nos acomodamos, siempre lo hacemos hacia abajo buscando que la posición que encontremos nos sea la más conveniente, como si fuéramos hombres del mundo y no hijos de Dios.
Quién intenta acomodarse, sin saberlo, intenta alejarse del Señor!
La vida fácil, comedida, sin grandes sobresaltos es sumamente atractiva para quienes no buscan el compromiso sino la satisfacción personal.
Por eso hablamos con astucia, cuando deberíamos hacerlo con rotundidad. Obramos con sigilo, cuando deberíamos hacer evidente nuestra postura. Actuamos con dobleces, cuando deberíamos ser frontales.
ACOMODAR nuestra vida, no es otra cosa que buscar situarnos en el mundo!
Nadie que busque acomodarse hará nada serio para el Reino. Por el contrario, hará todo lo posible para pasar desapercibido delante de los ojos de Quién todo lo ve.
Penosa cuestión la de ACOMODAR nuestra vida al mundo!
Salmos 33:8
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira