Sorprende como los hombres pretendemos mostrar a quienes nos rodean algo que no somos. Resulta casi infantil disimular con esa pretendida estrategia, nuestra realidad.
Lo más triste en estos casos, es que muchas veces quedamos en evidencia ante la más mínima y simple de las situaciones.
Por que pretendemos mostrar lo que no somos?
En el fondo se trata de una cuestión que está relacionada con nuestro inconformismo, es decir no aceptamos lo que somos y por tanto aparentamos ser otra cosa.
La Palabra de Dios nos hace una abrumadora revelación sobre esta forma de proceder. Por esto es que muchas personas que se afanan en querer mostrar símbolos de riqueza.
Hipotecan su vida tratando de tener una casa, un auto, una situación que no se comparece con la realidad. Cuántos hombres y cuantas mujeres han destrozado sus vidas por esta forma de comportarse.
Tan grave como eso es quienes por el contrario, pretenden mostrarse humildes o pobres, cuando no lo son. Ese falso sentido de la humildad tampoco es grato al Creador.
Es una forma del doble ánimo, proclamarse humilde cuando en realidad ni lo somos, ni tampoco lo queremos ser.
Vivir bajo el dominio de la apariencia es estar atrapado en algo que desde luego no es de Dios y es un cepo en el que voluntariamente hemos entrado.
Por eso se nos advierte que seamos sabios. Que quién sea rico, que lo sea, y quién sea pobre que no lo oculte. Actuar de otra manera es una forma de mentir y de mentirnos, comenzando por nosotros mismos.
Frente al Todopoderoso ninguna forma de apariencia es posible!
Proverbios 13:7
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
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