Con profundo dolor reacciono frente a una afirmación realizada por un hermano que se denomina evangelista.
Públicamente sugirió que era mejor apartarse ante un problema matrimonial, porque vendrían cosas mejores que la presente.
No es literal la afirmación, pero sí es menos grave que el texto original, que puede provocar perjuicios para personas jóvenes en la fe.
Una vez más nos encontramos frente a un caso donde es absolutamente necesario reaccionar sin ninguna clase de medias palabras.
Así es que terminaremos llamando a lo malo bueno!
No cabe ninguna duda que la persona que sugirió apartarse ante un problema matrimonial o bien ignora la Palabra de Dios o ha decidido engañar a quienes creen en ella.
En cualquiera de los dos casos, está revelando la tremenda necesidad que tenemos los creyentes de estudiar la Biblia.
Solamente profundizando con seriedad en sus fundamentos podremos estar a salvo de afirmaciones temerarias e insensatas.
Asumo en lo personal la parte de responsabilidad que me toca, al decidir formar parte de la sociedad en la que vivo y en sus medios de manifestarse.
La pasividad ante afirmaciones equivocadas, inducen a nuevos errores, con la gravedad que encierra que estamos hablando de cosas de Dios, no de hombres.
A cada uno le será reclamado el haber hablado en el momento oportuno, tal y como nos enseña Ezequiel en sus referencias al Atalaya.
El conformismo, la tolerancia, no son los mejores instrumentos para hacer prevalecer la Verdad de Cristo!
Esto nos debe servir para hoy y para siempre!
No rehuyamos nuestras responsabilidades!
Josué 22:16
Diego Acosta / Neide Ferreira