El niño y sus padres mientras se encontraban de excursión en la zona de Beit Shemesh, una zona especialmente relacionada con la llamada Edad de Hierro.
El niño encontró un objeto redondo en la tierra, que pronto se reveló como una la cabeza de cerámica de una escultura.
Los padres rápidamente informaron del descubrimiento a funcionarios de la Autoridad de Antiguedades de Israel, quienes les informaron que habían hecho un hallazgo histórico.
La cabeza de cerámica encontrada forma parte de una escultura que representa a una diosa de la fertilidad.
Las estatuillas de este tipo, eran comunes en los hogares del Reino de Judá, desde el siglo VIII hasta la destrucción del primer Templo por los babilonios, en los tiempos de Sedequías, en el 586 a.C.
El lugar donde se encontró el valioso objeto es una zona residencial conocida en el período del Primer Templo. Beit Shemesh es mencionada como una ciudad perteneciente al área de la Tribu de Judá.
En esa época era un centro comercial e industrial, estaba rodeada por un muero que tenía en su interior muchas residencias, así como también estructuras públicas, almacenes y un impresionante acueducto.
La zona de Beit Shemesh fue saqueada por el rey asirio Senaquerib en el año 701 a.C. y la destrucción se completó, junto con el templo por el rey babilonio Nabucodonosor.
El niño que encontró el valioso objeto, fue distinguido con un certificado de honor.
Diego Acosta
Fuente: Jerusalén Post – Israel