OREMOS


Por los que no tienen consuelo…

Por los que están solos…

Por los que están desamparados…

Por los que buscan y no encuentran…

Por los que se apartaron del camino estrecho…

Por los que tienen y no dan…

Por los que quieren dar y no saben…

Por los engañados…

Por los que tienen los ojos velados…

Por los que son esclavos de sus vicios…

Por los que precisan liberación…

Por los que no tienen frutos…

Por nuestros hijos…

Por nuestras familias…

Por todas las familias…

Por las familias destrozadas…

Por los que están cautivos de sus afanes…

Por los que aman el dinero…

Por los que no tienen esperanzas…

Por los que precisan ayuda…

Por los que nos necesitan y no lo sabemos…

Por los que temen al futuro…

Por los que se aferran al pasado…

Por los presos espirituales…

Por quienes niegan al Eterno…

Por quienes se rebelan contra Dios…

 

Por quienes no aceptan al Señor…

Por los que conociendo a Jesús reniegan de Él…

Por las fronteras que separan a las personas…

Por el yugo del nacionalismo…

Por las autoridades…

Por la Iglesia…

Por nuestros enemigos…

Por los que dudan…

Por la Libertad y la Verdad del Señor…

Por recibir la Sabiduría que viene de lo Alto…

1 Tesalonicenses 5:17

Devocional: Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
www.septimomilenio.com
Edición: Daví Blumenthal
PactoNuevo – http://www.pactonuevo.org

NUESTROS PLANES

En un estudio bíblico uno de los alumnos hizo una pregunta que muchos de nosotros teníamos en mente, a propósito del tema que se estaba tratando: Podemos hacer proyectos…podemos hacer planes para el futuro?

El maestro con toda paciencia volvió a recalcar los principios de su enseñanza: Los hombres podemos hacer planes pero siempre estarán sujetos a la Voluntad Soberana de Dios.

Y otro alumno preguntó lo que también estábamos pensando: Y que ocurre cuando decidimos que lo que hemos planeado está bien y no esperamos la decisión de Dios?

A eso lo llamamos libre albedrío le contestó el maestro y por lo tanto nos debemos hacer responsables de nuestras decisiones y de todas sus consecuencias.

Pero que significa exactamente esto: Si sabemos que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros y a pesar de ello tomamos determinaciones sin consultarlo, corremos riesgos.

Nuestros planes no tienen necesariamente que coincidir con los que Dios ha establecido y entonces nos encontraremos ante circunstancias de las que tendremos que asumir sus resultados.

Hacer planes y proyectos forma parte de nuestra naturaleza, pero también debemos ser sabios y comprender que siempre nuestras decisiones deben ser aprobadas por Dios. Solamente así obraremos con su bendición.

Proverbios 16:33

Diego Acosta García

DE LO QUE TENGO TE DOY

El momento de ofrendar es francamente precioso si lo que tenemos en nuestro corazón está en la línea con lo que nos enseñó el Apóstol Pedro cuando junto con Juan, sanaron un cojo.

En esa oportunidad Pedro dijo: No tengo nada, pero de lo que tengo te doy, una maravillosa revelación de su corazón que nos revela lo consciente que era de que las cuestiones materiales no tienen nada que ver con las espirituales.

Muchas veces cuando llega el momento de la ofrenda nos sentimos inquietos, hasta podríamos decir que malhumorados, porque consideramos que estamos obligados a dar de nuestro dinero.

Y más inquietos nos quedamos cuando sabemos perfectamente el escaso dinero que tenemos en nuestro poder y entonces sacamos cuentas acerca de lo que podemos dar y con cuánto nos vamos a quedar.

La ofrenda, no tiene que ser necesariamente de dinero y no nos podemos incomodar por no tenerlo. Pero pensemos: Realmente no tenemos nada para dar si no tenemos dinero?

No tenemos tiempo? No tenemos misericordia? No tenemos amor? No tenemos oídos para escuchar? No tenemos paciencia para el ansioso? No tenemos palabras para quién las necesita?

Como es posible que digamos que no tenemos nada para dar?. Sigamos el ejemplo de Pedro, porque entonces descubriremos que lo que tenemos para dar es mucho más y mejor de lo que nos imaginamos!

Hechos 3:6

Diego Acosta García

 

VOLVER A LA NIÑEZ

Nunca dejará de sorprendernos el cambio de actitud que significa volver a ser niños, volver a ser pequeños y tener la capacidad de aprender de quienes tienen pocos años.

Es así como Jesús quiere que seamos, porque únicamente así seremos capaces de tener la aptitud de recibir enseñanzas, de no ser vanidosos de nuestros hechos ni de nuestra sabiduría.

Ser como niños nos guarda de todos los condicionantes que tenemos como adultos, de todas aquellas cosas que arrastramos de nuestro pasado y que tanto nos gustan y que tanto nos atan.

Volver a la niñez espiritual es lo que se nos reclama para que podamos sentirnos humildes ante quién nos creó y no adoptar posturas que los hombres creemos que son las mejores.

Siendo niños no nos atreveremos a desafiar a Dios ni a renegar de sus mandatos y siendo como niños nos comportaremos con respeto y también con el amor que solo los pequeños pueden dar.

La niñez es un tiempo precioso que se inicia en el momento mismo en que aceptamos a Jesús como nuestro Salvador y nos transformamos en hombres nuevos y en mujeres nuevas.

No dejemos que nuestros aires de superioridad, nos priven de iniciar el camino hacia la perfección. Se nos reclama que seamos como niños, no que nos comportemos como niños. Esa es la gran diferencia.

Mateo 11:25

Diego Acosta García