La cuestión del dopaje sistemático que un informe ha confirmado en Rusia, reabre una antigua cuestión.
La corrupción tanto en el deporte, como en prácticamente todos los órdenes de la vida, es inherente al corazón del hombre, que es desesperadamente corrupto.
En realidad el dopaje, que es una forma de corrupción, se inscribe en el continuo conocimiento de nuevos casos, algunos importantes y otros de menos atractivo, pero siempre relevantes desde la perspectiva espiritual.
A lo largo de los tiempos la corrupción se ha evidenciado de distintas maneras y ha sido sancionada también de distintas maneras.
En algunos casos, se aplicaron supuestos castigos ejemplares. En otros, se ha tenido una actitud permisiva que no hizo otra cosa que aumentar el grado de magnitud de este flagelo.
La Palabra de Dios nos advierte rotundamente sobre la cuestión de la corrupción.
Finalmente cabe decir, que sobre este asunto lo único que sabe es resolver que actitud se adopta frente a esta evidencia de la decadencia humana.
Se la combate o no se la combate.
Ud. qué opina?
Diego Acosta