En una serie de comentarios el admirado escritor peruano formula una serie de opiniones con relación a la situación de Israel y de los palestinos.
Ejerce el derecho de opinión, que con toda legitimidad defendemos para él y reclamamos como patrimonio para todos los hombres.
El enfoque con el que el Premio Nobel analiza la situación es claramente subjetivo y por tanto, abre la posibilidad para la polémica, aunque ese no haya sido su propósito inicial.
La admirada palabra con la que definió magistralmente la situación de su país y la realidad humana, en varias de sus obras se convierte en estos comentarios sobre Israel, en una definida toma de posición.
Cuando habla de la intencionalidad de Israel con relación a los palestinos, pone de manifiesto su postura a favor de quienes viven principalmente en la Franja de Gaza.
Derecho que tiene y le reconocemos totalmente a Vargas Llosa. En realidad al clima casi bélico descripto en las publicaciones, hay que agregar simples preguntas: Desde cuando las guerras dejan algo positivo a quienes la padecen? Qué puede tener de edificante una guerra?
En la revisión de los padecimientos de la población palestina, hay un olvido deliberado del padecimiento con el que también viven los israelíes.
Aquellos que desde la constitución del Estado de Israel, han vivido en la diaria zozobra de escuchar las alarmas por ataques con cohetes, con los atentados y también las agresiones individuales.
Es tan rotunda la posición asumida por el Premio Nobel a favor de los palestinos, que cabe preguntarse para qué ha escrito tanto. Si con dos líneas le hubiera bastado para definir su postura.
No alcanza la jerarquía de la prosa para disimular su oposición a Israel!
Por nuestra parte solo podemos agregar que es evidente que no se pueden compartir todos los hechos del Estado de Israel. Pero esta visión, no nos quita la convicción que los palestinos son rehenes de los propios árabes, que la mayoría de las ayudas que recibe son destinadas a la lucha contra los israelíes y que en ellos, la confrontación asume la necesidad de la extinción de Israel.
La realidad muchas veces es concluyente. El admirado escritor, se ha convertido en un notable panfletario.
Diego Acosta
