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La confirmación por parte del presidente electo de Brasil, de trasladar la Embajada de su país a Jerusalén, sigue teniendo repercusiones.
Jair Bolsonaro reiteró que cumplirá su promesa electoral para que luego de asumir su mandato, Brasil esté representada oficialmente con el máximo rango en la Ciudad Santa.
Esta decisión contrasta con más de 10 años de votos internacionales en contra de Israel y a favor de los palestinos, que sustentaron los anteriores gobiernos del país.
De manera especial esto repercutirá en las votaciones de las Naciones Unidas, donde durante más de una década los gobiernos brasileños fueron sistemáticamente contrarios a Israel.
El cambio de rumbo del país más grande de América Latina, puede marcar una tendencia en las posiciones de otros estados de la región. O por lo menos de modificar sus votos y apoyar a Israel.
Diego Acosta
Audio: Jésica Juez