CADA UNO CON SU OBRA

DEVOCIONAL

Iniciando el viaje de regreso en un largo vuelo, había pensado descansar bastante pues había tenido unos días de intensa actividad.

Mis planes cambiaron cuando una joven mujer, me comentó su situación personal y su larga relación con una droga.

Siempre he hablado que no soy evangelista, pero llegado el caso fue necesario hablar de que la única solución a lo espiritual es algo espiritual.

Obviamente estaba hablando de Jesús, de quién hablé a través de mi testimonio personal y de lo maravilloso que resultó haber aceptado como Señor y Salvador.

Sorprendentemente, la joven mujer entabló diálogo con la ocupante de su butaca vecina y comenzaron a hablar de entidades que ayudan a los drogadictos.

Mi reacción fue muy humana al comprender que todo lo que había hablado, estaba siendo hecho a menos por una alternativa.

Pero el Espíritu trajo paz al mío, al recordarme, que cada uno debe obrar y que la decisión final es del Todopoderoso.

Apocalipsis 12:10 

Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Diego Acosta / Neide Ferreira