En las horas difíciles que afrontamos debemos acudir a la Biblia para encontrar el renuevo, el consuelo y la confirmación de que todo será cumplido.
Nuestra esperanza es que todo será como ha sido profetizado!
En el Libro de Isaías podemos leer y regocijarnos con un Cántico en cuyo primer versículo podemos encontrar de una manera concluyente la Grandeza y el significado profundo del Hijo del Hombre.
La indignación legítima de Jehová contra Israel y por añadidura contra cada uno de nosotros, se apartó…y por eso Israel fue consolada y nosotros también.
En este punto es bueno que cada uno medite en forma personal acerca de la profundidad de este pasaje. He sido perdonado porque Cristo ocupó mi lugar y fue la expiación Perfecta de mis pecados.
Esta impresionante profecía fue formulada hace alrededor de 2.700 años y sigue vigente, porque nuestro Dios es Eterno y porque su Misericordia también es eterna.
Cristo ocupó mi lugar para que la indignación del Supremo de apartara de mí, igual que lo haría 700 años después en el Sacrificio mayor de la historia de la humanidad.
La Expiación única por mis pecados solamente podía provenir del Único Santo y del Único libre de toda forma de pecado.
Por esto cuando nos detengamos a leer al profeta de Jehová, pensemos en la magnitud Gloriosa de sus palabras que fueron maravillosas para Israel y son también maravillosas para cada uno de nosotros.
Cristo es nuestro Mediador, nuestro Abogado, nuestro Intercesor!
Sin ÉL ningún pecado habría sido perdonado y todos estaríamos condenados!
Isaías 12:1
Diego Acosta / Neide Ferreira