Como si la fiesta pagana de carnaval fuera todos los días, podemos decir que lo que nos está sobrando en estos tiempos es…carnalidad.
Que significa esto?
No estamos hablando de los disfraces burdos o ingeniosos, estamos hablando de lo que nos ocurre como personas.
La división cuerpo, alma y espíritu, se está desvirtuando porque cada vez más el espíritu parece acorralado por todo lo que es mundano.
Manda nuestro cuerpo y manda nuestra alma y nos alejamos cada vez más de Dios, en un proceso que se nos ocurre es cada vez más rápido y hasta casi imparable.
Que viva la carnalidad!
Este parece ser el grito de guerra que muchos utilizamos para supuestamente liberarnos de las ataduras, que ponen límites a nuestros sentidos.
Hoy sentimos…que el mensaje escuchado en la iglesia ha sido para nosotros.
Hoy sentimos…que nuestra vida está tomando un nuevo rumbo.
Hoy sentimos…que estamos siendo diferentes.
Todo es sentido…todo sentimos. Precisamos…sentir!
Esto que pareciera ser una auténtica liberación de las ataduras que supone seguir los mandamientos del Todopoderoso, genera un cruel contrasentido.
Nos liberamos de las normas de Dios y somos atados por la carnalidad más brutal y despiadada, que nos puede llevar hasta un final inesperado.
Viviendo como nos mandan los sentidos obraremos sin ninguna clase de límites y esa mentirosa libertad, nos puede arrastrar al abismo más nefasto.
Cada uno de nosotros debe de pensar en esto. La carnalidad supuestamente nos libera de Dios y nos ata al enemigo.
Recordemos: Solo la Verdad nos hará libres!
Juan 5:24
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
