CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO
TU SACRIFICIO, TU HERMOSO AMOR!
Cuando cierro mis ojos, y evoco aquel momento
En que camino al sacrificio habías decidido ir,
Cuando recuerdo el dolor, que por mi sufriste,
Entonces reconozco, que tu amor es el sustento
De nuestras vidas, y la mejor razón de vivir.
Señor fuiste al victorioso Gólgota con un solo fin
Darnos una nueva vida, para nunca más morir
Y esa relación con Dios Padre, rota en una ocasión
Pero restablecida, solo, por tu amorosa decisión
De lavar con tu preciosa sangre mi pecado
Y el castigo que mi alma debería merecer.
Oh señor amado, cuanto me amaste
Bendigo tu nombre oh Dios por lo que hiciste
Perdido me encontraba y solo tú me redimiste
Rescatándome de las tinieblas me sacaste
Y como pérdida y débil oveja me encontraste.
Por eso te alabo mi Señor y Dios por siempre
Mi alma agradecida y confiada siempre estará
Esperando tu redención, y tu final llamado
Mi vida sedienta, en paz por ti aguardará
Para estar siempre contigo Padre amado
Por toda una feliz y maravillosa eternidad.
Pr. Hugo Ponce – Argentina