CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

LA IGLESIA ES MALA

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Circula un video sobre la iglesia, enque una prostituta dice: ¿Por qué he de ir a la iglesia? Allí solo me hacen sentir peor. Una escritora Anne Rice dice: No quiero formar parte de un grupo tan infame y buscapleitos. También Gandhi dice: Me gusta tu Cristo, pero no me gustan tus cristianos. Lo que me ha sorprendido de este video es que sobre todo lo comparten cristianos y desde luego no voy a ser yo la que diga que no tienen razón, ni mucho menos.
Sí puedo decir que las cosas no van todo lo bienque a mí me gustaría, que se podrían hacer mucho mejor, que hay muchas carencias dentro de la iglesia, que hay desorden, que hay envidias, celos ministeriales, que algunas veces el prójimo parece tu aguijón o tu mayor enemigo y que la iglesia lo podría hacer mucho mejor. ¿Pero quién o qué es la iglesia? Jesús dijo: Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Mateo 16:18
¿Es la iglesia un lugar? ¿Es un templo? No, la iglesia es el conjunto de personas que se reúnen para adorar a Dios, la palabra iglesia viene de la palabra griega “ekklesia” que significa asamblea, no es un edificio, son las personas.
Si somos las personas las que hacemos iglesia, no entiendo las críticas. En vez de hablar mal hagamos algo ¿no somos colaboradores de Cristo? Dice Pablo a la iglesia de Corintios “no pude hablaros como espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo, os di a beber leche y no vianda: porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía. Porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones ¿no sois carnales y andáis como hombres?” Unos capítulos más adelante Pablo habla acerca de un caso de inmoralidad dentro del grupo de personas que se reunían y les acusa de andar envanecidos y les pregunta ¿no debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? Les amonesta por no hacer lo que les corresponde como a espirituales que son. Les dice también: No es buena vuestra jactancia, ¿no sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues de la vieja levadura, para que seáis nueva masa sin levadura como sois.
No seré yo quien diga que estas personas que mencioné al principio y que salen en este vídeo no tengan razón, pero creo que no es para jactarse como algunos lo hacen. Si en verdad hay carencias en la iglesia, trabajemos para eliminarlas, si hay cosas que están mal trabajemos para que cambien, la iglesia eres tu soy yo. Con hablar mal no solucionamos nada, hay que actuar. Yo entiendo que algunos no quieran ni pasar por delante de la iglesia y que no quieran ni oír hablar de Dios, pues si nosotros mismos tiramos piedras en nuestro tejado ¿que no harán los que no entienden las cosas de Dios? Tú que hablas de que la iglesia está mal ¿haces algo para cambiar las cosas? Examínate, examinémonos.

Lourdes Díaz – España

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EL TIEMPO

Empezamos la última semana de Noviembre.
Habrá quién esté triste porque el tiempo pasa…y no lo redimimos.
Habrá quién esté contento que los días pasen veloces, porque nos acercan al final.
Sin embargo, unos y otros deberíamos preocuoparnos más por el tiempo que tenemos por delante.
Por el tiempo que tenemos por vivir!
Y por el uso que hagamos de ese tiempo.
Consagremos desde hoy todos los días al Señor!
Y para hacerlo dejemos de mirarnos en el espejo y miremos a nuestro alrededor, para dar consuelo al que esté triste, ayuda al que lo necesite y amor al que esté solo.
Esto es lo que podemos hacer en lo que resta de Noviembre y en Diciembre y en Enero…
Todos los días de nuestra vida!

Diego Acosta

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UN DOMINGO…

Iniciamos el Día del Señor, como otro cualquiera…
Pero el Espíritu nos toca y entonces decidimos renovar nuestro Pacto con el Señor.
No vamos a ir a la iglesia como si fuéramos a una reunión social.
No vamos a ver a nuestros amigos hermanos.
No vamos a escuchar lo que nos gusta en la predicación.
No vamos a dejar nuestra ofrenda, como una dádiva.
No vamos a pensar en lo que haríamos si dispusiéramos del diezmo.
No vamos a escuchar música sino a alabar al Señor.
No vamos a criticar ni a juzgar a nadie.
Solamente vamos a honrar a Jesús!
Hablemos de esto con nuestra esposa, con nuestro esposo, nuestros padres, nuestros hijos, nuestros hermanos. Hablemos con nuestra novia o nuestro novio.
Renovemos el Pacto con el Señor!
Un domingo… Como hoy!

Diego Acosta

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BUSCAR SU INTERVENCIÓN

Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7.14

Este es un pasaje muy conocido para nosotros y especialmente apto para nuestro atribulado continente, tan castigado por el abuso de poder y la corrupción que ha diezmado notoriamente sus recursos naturales. En él hay una serie de pasos para asegurar la intervención de Dios en tiempos de crisis.
Debemos notar que es la combinación de estos pasos lo que puede llegar a producir una respuesta del Altísimo. En muchas ocasiones optamos por uno u otro de los elementos, pero no por el conjunto. Tomados en forma aislada, no obstante, tienen poca eficacia. Por ejemplo: Cuando Dios declaró que Israel andaría errante por el desierto durante cuarenta años, el pueblo se arrepintió, pero no fue prosperado porque su arrepentimiento no estuvo acompañado de una búsqueda del rostro de Dios (Nm 14.40–45). De la misma manera, en Isaías 58, el profeta condenó al pueblo porque se habían humillado, pero no se habían arrepentido de sus malos caminos (58.1–4).
Por esta razón podemos decir que el arrepentimiento es un proceso más profundo que la experiencia de un momento. Tiene pasos concretos que afirman la decisión del arrepentido de ordenar completamente su vida según los preceptos de Dios. Transitar por este camino asegura que el cambio no sea meramente un ejercicio religioso.
En este proceso, entonces, tenemos estos cuatro pasos: humillarse, orar, buscar su rostro y volverse de los malos caminos. En la humillación está el reconocimiento de que uno ha sido orgulloso y autosuficiente, que no ha caminado por el camino que el Señor demanda de los hombres. Es admitir lo pobres que han sido los resultados de nuestros propios proyectos. Al orar nos aseguramos que nuestra humillación no sea simplemente una depresión momentánea. Le ponemos palabras a nuestros sentimientos y expresamos a Dios nuestra vergüenza por la manera en que hemos vivido, proceso que es saludable para nuestro espíritu. Buscar su rostro implica una postura de adoración, de contemplación. De esta manera nos aseguramos que nuestro arrepentimiento no está acompañado por nuestra propia idea de cómo arreglar lo que hemos hecho mal, como lo hizo el hijo pródigo. Al buscar su rostro cultivamos una actitud de espera, para que Él nos guíe por el camino a seguir. Más que solucionar nuestro problema, nos preocupa restablecer nuestra relación con Él. Por último, sí tenemos certeza que no podemos caminar por el camino que hemos transitado. Volvernos de nuestros caminos implica que desechamos todo lo que antes hacíamos porque entendemos que es la causa de muchos de nuestros problemas. Es una forma de declarar que no volveremos a transitar por esos senderos.
Al igual que José con sus hermanos, Dios no se resiste al corazón humillado y contrito. Cuando genuinamente hay un cambio en nosotros, Dios nos oye desde los cielos, perdona nuestros pecados y sana nuestras vidas. ¡Qué regalo tan sublime!

Pr. José Gilabert – España

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¿QUIÉN NOS SEPARARÁ DEL AMOR DE DIOS?

Estamos muy conmovidos por la persecución que nuestros hermanos están sufriendo en algunos lugares del mundo y en verdad sentimos como nuestro corazón se derrama en lágrimas por tantos padeciendo por causa del evangelio y de proclamar el amor a Cristo.
En estos días que estoy leyendo el Libro de Hechos, veo que una ylourdes otra vez a lo largo de la historia se repiten los acontecimientos. En realidad nunca han dejado de suceder, cuando no es en un lugar es en otro pero lo cierto es que hay un precio que tenemos que pagar por seguir las pisadas del Maestro.
Él padeció injustamente, le persiguieron los mismos de su casa y fue crucificado porque no negó quien era, el Mesías, el Hijo de Dios, Dios hecho hombre; el anunció que las cosas que Él había hecho nosotros las haríamos y aún mayores (Juan 14:12) pero también dijo: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16: 33)
Ahora miramos hacia lugares que nos pueden parecer lejos de donde vivimos, que tienen una cultura que no es como la nuestra y esperamos que Dios no permita que nosotros pasemos por eso. Pero vendrán tiempos difíciles para todos, lo cierto es que sucederá. Quizás nadie amenace nuestras vidas con una espada, pero puede venir depresión, enfermedad, tribulación, hambre…y esto también puede poner en peligro nuestra fe y hacernos dudar. E incluso hasta que lleguemos a revelarnos contra Dios y olvidarnos de todo lo que Él ha hecho por nosotros, y maldecirle y apartarnos de Él y hasta podemos llegar a perseguir a los que un día consideramos nuestros hermanos en la fe.
Todas estas cosas nos son anunciadas por el Señor, así que nunca tengamos un tan alto concepto de nosotros mismos, que nos enorgullezcamos, ni tan bajo que nos menospreciemos. Ni lo uno ni lo otro es bueno, las advertencias son para todos. El peligro de separarnos de Dios acecha, puede estar a la vuelta de la esquina y no hay nadie que esté libre de caer, “el que crea estar firme mire que no caiga”.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Como está escrito: Por causa de tí somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Ro 8: 35 al 39.

Señor, enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Sal 90:12

Lourdes Díaz – España

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Pastores-Miguel-Montserrat¿TE HAS ALEJADO DE DIOS?

Deuteronomio 29:14-20
«Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante del Señor nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros. Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado; y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo. No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo, y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed. No querrá Dios perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Dios y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Dios borrará su nombre de debajo del cielo.”

En este pasaje, por medio de Moisés, Dios le recuerda al pueblo de Israel el pacto que había hecho con ellos y la encomienda de llevar su palabra a otros pueblos que no le conocían, y les advierte acerca del peligro de desviarse del plan divino diciéndoles: “No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones.” Y entonces les habla de las consecuencias: “No querrá Dios perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Dios y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Dios borrará su nombre de debajo del cielo.”

A pesar de las advertencias, este pueblo rebelde se desvió de los principios del pacto y prefirieron adorar a ídolos y dioses falsos a los cuales podían ver y tocar. Y como consecuencia de sus acciones toda una generación murió en el desierto sin llegar a disfrutar de la tan ansiada tierra prometida.

En Mayo de 1998, el mal funcionamiento de un procesador de control a bordo del satélite de comunicaciones Galaxy IV hizo que éste rotara fuera de su órbita y se alejara de la Tierra. En un instante millones de receptores dejaron de captar las señales del satélite, dando como resultado que miles de comercios y negocios, estaciones de radio y televisión y muchas otras entidades se afectaran, todo porque un satélite se dirigió en una dirección equivocada.

Pocos de nosotros nos damos cuenta de la influencia que podemos ejercer en las personas que nos rodean, familiares, amistades, compañeros de trabajo, vecinos, hermanos en la iglesia, etc. Cuando estamos cerca de Dios, el Espíritu Santo puede utilizarnos para ministrar a esas personas a través de nuestro testimonio. Si nos alejamos de Dios dejamos de ser los instrumentos que él puede usar para llevar adelante sus planes para este mundo. Somos entonces como satélites fuera de la órbita de amor y misericordia de Dios. No sólo nos afectamos nosotros mismos sino también muchos otros son afectados pues se pierden las bendiciones de Dios.

¿Estás fuera de órbita hoy? ¿Estás viviendo alejado de Dios? ¿La dirección que llevas te aleja cada vez más del Señor? Da hoy mismo una vuelta en U, y regresa a los brazos de amor y misericordia de tu Padre celestial. Él espera por ti para darte un abrazo como hizo aquel padre en la parábola del hijo pródigo (Lucas 15). Quizás pienses que te has alejado demasiado, que has pecado «demasiado», y que Dios no te va a perdonar. Nunca habremos pecado “demasiado” si nos arrepentimos de corazón y venimos al Señor. La Biblia dice en 1 Juan 1:9 que “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”

Si te arrepientes de corazón y regresas a Dios, si buscas su rostro por medio de la oración, encontrarás sus brazos de amor abiertos para ti. El Señor te recibirá, serás limpio en la sangre de Cristo, y podrás de nuevo vivir en la esfera de sus bendiciones para tu propio beneficio y el de todos los que te rodean.

ORACIÓN
Amante Padre, te pido de todo corazón que me perdones por haberme alejado del amor y la bondad que siempre me has ofrecido. Hoy vuelvo a ti arrepentido y deseoso de permanecer junto a ti por siempre. Te ruego me uses para honra y gloria de tu nombre. Por Cristo Jesús y en la dirección de tu Santo Espíritu, Amén.

Pastores Miguel Motta y Montserrat Fuentes – Colombia

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SÉTIMO MILENIO

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     SÉTIMO MILÊNIO

Não Temerá Maus Rumores

Salmos 112:7 – Não temerá maus rumores; o seu coração está firme, confiando no SENHOR.pr-olavo-feijo

O salmista afirma que crer na Palavra de Deus nos livra de sofrer, quando somos cercados por informações incertas e conclusões precipitadas. “O homem que teme ao Senhor… não temerá maus rumores: o seu coração está firme, confiante no Senhor” (Salmo 112:7).

Durante a Segunda Guerra Mundial, os nazistas aperfeiçoaram a “guerra psicológica”. Com o objetivo de enfraquecer o moral dos adversários, divulgavam mentiras bem trabalhadas, para parecerem verdades. Quanto mais rumores negativos difundiam, mais cultivavam medo entre os povos e os soldados aliados. A premissa era: quem acreditava nos falsos rumores ficava quase derrotado, antes de qualquer batalha.

A Bíblia é o antídoto dos “maus rumores”. Sendo honesta quanto à realidade do mal no mundo, a Bíblia insiste, também, em ser honesta quanto à vitória final do Cristo e dos filhos de Deus. Satanás, como “o pai da mentira”, não cessa no difundir “maus rumores”: “não adianta orar, o mundo não tem jeito”; “o justo sempre pagará pelos pecadores”; “as coisas estão ruins e estão suplantando as forças do bem”. Por quê o homem que teme ao Senhor não deve temer maus rumores? O salmista explica: “porque o seu coração está firme, confiante no Senhor”!

Pr. Olavo Feijó – Brasil

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ponceLA SANTA CENA DEL SEÑOR

NO SIEMPRE SE DISCIERNE ACERTADAMENTE CON ESTA CUESTIÓN TAN IMPORTANTE.

HOY MUCHOS HERMANOS, POR COSTUMBRE, POR VER AL OTRO, POR NO SENTIRSE MENOS Y LO MÁS LAMENTABLE, MUCHOS COMPARTEN LA SANTA CENA PORQUE LOS OBLIGAN.

ESTÁN ENFERMOS FÍSICA Y ESPIRITUALMENTE, DORMIDOS ESPIRITUALMENTE Y DEBILITADOS EN LA FE.

DEMUESTRAN: LOS CELOS, ENVIDIA, RENCOR, IRA, ORGULLO, SOBERBIA, CONTIENDA, NECEDAD, MENTIRA, FALTA DE PERDÓN, LA FALTA DEL AMOR DEL PADRE.

SI TODO ESTO HAY EN TU CORAZÓN NO ESTAS PARTICIPANDO DIGNAMENTE.
IRÁS A JUICIO SI COMES Y SI BEBES.

¡NO ESTÁS COMPARTIENDO UNA CENA COMÚN, SINO EL CUERPO Y LA SANGRE DEL SEÑOR!

QUE DIOS TE BENDIGA.

Pr. Hugo Ponce – Argentina

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