El plato está servido, dijo un amigo.
Me hizo acordar del breve instante en que todo sucederá.
Estar aquí o estar allá.
¡Dónde sino en la eternidad!
¿Cuándo seremos transportados?
¿Cómo será el ir al más allá?
Incógnitas que tanto al amigo y a mí,
Siempre nos abordará.
Solamente eso nos falta,
La decisión viene del Trono Eterno.
¿Cómo será? Preguntó el amigo.
Te lo digo en un verso abierto.
El cuerpo y mente descansados.
El alma queriendo ir al cielo
El espíritu sujeto al Señor,
Por lo tanto, en dependencia de lo que diga el Eterno.