Cada día se va recortando el tiempo en que se producirán los grandes acontecimientos anunciados por Juan en el Apocalipsis, según la revelación del Señor.
Por tanto cada día deberemos de tener cuidadosamente saldadas nuestras cuentas personales. Porque el fin de los tiempos, está en directa relación con nuestro fin, con el fin de nuestro tiempo individual.
La profundidad de esta cuestión nos debe hacer reflexionar profundamente acerca de nuestros actos, tanto los buenos como aquellos que serán reprobables ante los ojos del Eterno.
Por esta razón puede llamar nuestra atención como el propio Jehová nos anuncia que al impío no se le recordará ninguno de sus pecados, si camina en rectitud en los estatutos de la vida.
Si el impío restituye algo que robó, habrá obrado conforme al derecho y la justicia. Esta categórica afirmación de Jehová con relación a los impíos, nos debe sonar como una gran advertencia.
Si el Eterno nos revela su decisión con los impíos, como no habrá de ser recto y justo con nosotros, los que no somos impíos?
Esto significa que nuestra responsabilidad personal es mayor, porque hemos recibido por Gracia lo que Dios quiere de nosotros para recibir la promesa de la Vida Eterna.
Cuidemos nuestra conducta! Cuidemos nuestros caminos!
No nos apartemos ni a la izquierda y tampoco caigamos en la tentación de los atajos. Solamente hay un Camino, estrecho y difícil por el que debemos transitar.
El Camino del Señor es el único perfecto, que nos llevará al tiempo del Juicio, confiadamente!
Ezequiel 33:17-20
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira