ASÍ NOS VAN LAS COSAS
Vivimos en la era de la comunicación, estamos expuestos a la mirada crítica del resto de los mortales; antes conocíamos lo concerniente a los personajes públicos, ahora ya conocemos detalles de la vida de cualquier ser humano por muy desconocido que sea o aunque viva en un lugar muy recóndito.
Hasta hace poco a través de los periódicos, radios, televisiones, revistas, ahora con internet. Antes había un código de silencio para no hablar de algunos personajes públicos que estaban protegidos por una cúpula que impedía que se supiera detalles de su vida privada. Hemos evolucionado y aunque muchos no creíamos necesario remover la vida intima de las personas, lo cierto es que el hecho de conocer ciertas intimidades, actitudes o maneras de conducirse de algunos personajes hace que podamos conocer cosas que nos dan pistas de cómo es esa persona. Ahora ya no nos sorprende conocer como tal o cual personaje estafó, prevaricó, extorsionó o fue infiel.
En España pronto habrá elecciones generales, los partidos políticos ya están en campaña, empiezan las estrategias para ganar votos, los ciudadanos conocemos esas maniobras, sabemos que comienza una carrera frenética por derribar al contrario, algunos deciden con tiempo a quien van a votar, otros según se van desarrollando los acontecimientos y otros precipitadamente en el último momento.
Yo, sin poder decir quién es el mejor candidato, puedo decir que hemos de ser sabios, no nos dejemos manipular, busquemos información sobre la persona a la que vamos a votar, no nos deslumbren las promesas fáciles que sin ningún pudor hacen algunos, nuestra decisión tiene consecuencias para el conjunto de los ciudadanos del País.
Hay un hombre que vivió hace muchos años, fue decisivo para sacar de una hambruna profunda a la humanidad, un hombre recto de corazón, fiel, temeroso de Dios, su testimonio fue fundamental. A pesar de que sus adversarios hicieron todo lo posible e imposible para hacerle caer en su camino hacia el propósito diseñado para él, a pesar de las trampas fue íntegro y su forma de conducirse hizo que ganara la confianza de un faraón y también de sus súbditos. Él sacó de la miseria a la tierra que estaba pasando por una de las mayores crisis de la historia, este hombre fue José. No fue fácil, pero fue un hombre de fe, te invito a que leas sobre su vida en el Libro de Génesis, su fuerza fue su fe.
A Dios le hemos sacado de todos los lugares, de la política también, creer en Dios no es “políticamente correcto”; mejor les irá a los políticos y a los países si se vuelven a Dios.
Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José; pero Dios estaba con él y lo libró de todas sus tribulaciones y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, el cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa. Vino entonces hambre en toda la tierra… Hechos 7: 9-11.
Lourdes Díaz – España