HERRAMIENTAS
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado a su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.
Hebreos 6:10
Mi esposo es mecánico y tiene muchas herramientas para realizar su trabajo, dependiendo del tipo de avería o del lugar donde está localizada, usa una u otra. Cuando le veo trabajar me llama la atención la seguridad con la que busca el instrumento preciso. Hay veces que el utensilio es muy parecido a otro sin embargo él coge el adecuado, no se equivoca. Yo lo haría con inseguridad porque no se distinguir cual es la diferencia entre una llave o otra llave.
La clave está en que él conoce sus herramientas, trabaja desde hace muchos años con ellas y sabe donde y cuando ha de utilizarlas y de qué manera sacarles el mejor partido. No las tiene ocupando un lugar sin ningún propósito; las cuida, las limpia, las mantiene a punto y todas son importantes para él.
Eso es lo mismo que hace el Señor con nosotros. Nos usa en el momento adecuado y aunque parezca que no hacemos nada para Él, somos necesarias y nos usa y nos quiere a todas por igual, no tiene preferencias, nos conoce desde antes de nacer, sabe perfectamente en qué circunstancia y lugar puede sacar el mejor partido de nosotros.
Así que te digo que no desesperes, que aunque parezca que no haces nada, espera, confía, descansa, pues mientras estás en el reposo, Dios está manteniéndote en espera limpia, cuidada y a punto para cuando llegue el momento en el que tengas que realizar tu trabajo.
Señor: Las herramientas no saben más que el dueño de ellas. Ellas no saben hacer el trabajo sin ser manejadas por manos expertas, por eso yo quiero ser una herramienta en tus manos para que tú puedas usarme de la forma que tú quieras y cuando tú quieras. Gracias porque puedo formar parte de Tú caja de herramientas.
