NO SON VICTIMAS,
SON VENCEDORES
Algunos se la pasan proclamando que vivimos en la época de los avances tecnológicos, la época de la información, ¿perdona? Pues creo que quien esto dice vive desinformado, no hay nada nuevo bajo el sol, todas las cosas han sido ya escritas y todas las cosas han sido anunciadas.
Si tomamos la Biblia y leemos veremos que muchas de las noticias que nos cuentan como “últimas noticias” ni son últimas ni son noticia, ya están escritas, muchos acontecimientos ya han sucedido en algún momento, lo único que se repiten en el tiempo. Y ¿porqué se repiten? porque los seres humanos somos así y normalmente no aprendemos de los errores de los demás o de los aciertos.
Estos días la noticia que más nos conmueve es la tortura y la masacre que están viviendo en una parte de este nuestro mundo, la información vuela y conocemos los acontecimientos casi en el mismo instante en que están sucediendo. Así, casi en directo vivimos la decapitación de hombres a los que se les quita la vida por pensar de forma diferente o vivir de forma diferente a sus asesinos, a los que se ha dado en llamar “estado”.
Estas noticias me trajeron a la memoria otros hechos como por ejemplo tres jóvenes que no se dejaron intimidar y fueron echados en un horno de leña o ese joven que fue echado al foso de los leones, todo por no postrarse ante otros dioses.
Es bueno que estemos informados, pero si leemos la palabra de Dios estaremos también informados y no solo informados si no que prevenidos y preparados, porque así son las cosas, hay perseguidores y hay perseguidos, hay víctimas y hay verdugos, hay vencedores y hay vencidos, y las cosas al final no son como nos las quieren contar sino como nos las ha contado Dios a través de los muchos periodistas que tenían una fuente muy fiable, el mismísimo Creador de todas las cosas.
Es cierto que hay muchas víctimas, pero no anunciemos a los verdugos, el titular ha de ser diferente. Cuando un canal de televisión estrena un programa, hay expectación por ver el índice de audiencia y se mantendrá en programación si hay muchos millones de personas viéndolo. No demos audiencia a los videos con abusos, con decapitaciones, con mutilaciones. Cuando los que preparan los videos vean que no tienen audiencia, que no son noticia ellos y sus macabros actos, sino que hablamos de las víctimas como los vencedores, entonces cambiarán la programación. No quiere decir que sea mejor, será diferente pero ¿qué podemos esperar si ya sabemos que se volverán padres contra hijos, y que los mismos de una casa se delatarán?
Solo podemos orar para que Dios nos sostenga y no renunciemos a nuestra fe cuando llegue el momento de la prueba de fuego.
Daniel 3