SIN CONFUSIÓN
En un aeropuerto mientras aguardaba el momento de embarcar, llegaron dos mujeres jóvenes con un niño de alrededor de un año.
Muy solícitas atendieron a la criatura y comenzaron a llamarse entre ellas como papá y mamá y en esa forma se dirigían al pequeño.
Una le decía: Mira como papá te trae el osito…Mira como mamá te da el chupete…!
En apenas unos momentos todos quienes estábamos esperando no pudimos menos que prestar atención a lo que hacían estas dos mujeres.
Incluso, ellas hicieron ostensibles sus actitudes, besándose abiertamente y prodigándose caricias y abrazos.
Una señora que estaba delante de mí en la fila, me comentó: Ay señor… en mi vida he visto una cosa semejante.
En el acto otra persona dijo: Pues a mí me parece muy bien…Cada uno está en completa libertad de hacer lo que le parezca bien y si a ellas les parece bien, con eso basta y ahí se acaba la cuestión.
Pero no se acabó. Una de las mujeres que estaban con el niño dijo en voz alta: Tenemos derecho a ser lo que deseamos ser y nadie puede decirnos nada, porque es una cuestión absolutamente personal.
Luego del episodio y durante el viaje reflexioné acerca de lo ocurrido y sobre los comportamientos de quienes fuimos sus testigos.
Resulta evidente que hay una disposición hacia la tolerancia, que es la permite justificar actitudes que en apariencia cada día más parecen normales.
Sin embargo cuando se trata de estas cuestiones como estas nos olvidamos de algo fundamental. No se trata de la defensa de ningún derecho personal.
No estamos hablando de libertades personales, sino de lo que hacemos como seres que hemos sido Creados por el Todopoderoso.
Hemos sido creados Hombre y Mujer, para fructificar y poblar la Tierra!
Por tanto, es lícito pensar que dos hombres o dos mujeres pueden ser papá y mamá?
Es tan temeraria esta afirmación como la de justificar que dos personas del mismo sexo, puedan criar a un niño, en medio de esa relación absolutamente anormal.
Acaso los niños no tienen derechos?
Acaso los niños no tienen derecho a tener a un Hombre como su papá y a una Mujer como su mamá?
Por mucho que pretendamos dar toques de progresismo o de vanguardismo a algunas situaciones, lo cierto es que transgreden la más esencial de las normas establecidas por Dios.
Pensemos con amor cristiano en las personas que se encuentran en esta situación. Pensemos con rotundidad a quienes hacen ostentación de su situación.
No es lo mismo arrepentirse del pecado que hacer ostentación de él. Un pecador puede ser perdonado, pero el pecado nunca será tolerado por el Supremo!
Diego Acosta