EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE…
Llama poderosamente la atención como el mundo está conmovido por una decisión política, traducida a través de una votación en referéndum.
Un auténtico coro de catastrofismo se ha levantado acompañando las no menos catastróficas actitudes de quienes están vinculados con el manejo de la economía.
Reflexionando podemos preguntarnos: Es una situación nueva la que se está viviendo? Es inédito que nos desesperemos porque no entendemos cómo será el futuro?
No es situación nueva y por tanto tampoco es inédita. Es algo natural que los hombres de cada tiempo, tengamos aflicciones por lo que ocurre en el momento contemporáneo.
Quizás lo que sí debería ser inédita es la reacción frente a lo que se presente como un tiempo complicado, en una parte del mundo y por extensión al resto de la sociedad global.
Los arranques de catastrofismo, siempre tienen impulsores interesados en satisfacer su afán de ganancia en cualquier circunstancia.
Ocurrió en el pasado y seguirá ocurriendo. Solamente que quienes vivimos en el realismo de lo cotidiano, nos sentimos más afectados.
En medio de tanta confusión real y potenciada interesadamente por los espúreos intereses del dinero, tal vez sea necesario reflexionar.
Hagamos Memoria y recordemos cuando Jesús expulsó a los mercaderes del Templo. Que significado tuvo y tiene su actitud?
Estaba limpiando…!
Estaba alejando a quienes siempre buscan el provecho personal en cualquier circunstancia, sin prestar ninguna atención a las consecuencias.
Y nos preguntamos: Por qué en lugar de arrancarnos las vestiduras, no nos volvemos hacia el Señor?
Por qué quienes nos llamamos hijos de Dios también participamos de esta vorágine de cataclismos y de predicciones, muchas de ellas disparatadas?
Si pensáramos con detenimiento, recordaríamos que todo lo que ocurre está bajo el control del Omnipotente. Nada escapa a su Poder ni a su Omnisciencia.
Si aceptamos que esto es así, por qué nos preocupamos, por qué nos sumamos al concierto de plañideros que anuncian catástrofes?
En la hora de la incertidumbre, es cuando más nos debemos acercar al Eterno!
Es cuando más debemos recurrir a la Sabiduría de su Palabra para comprender que por mucho que nos angustiemos o gimamos, nada sucederá sin que ÉL lo permita?
En la hora de la incertidumbre, confiemos en el Señor! ÉL nunca abandona a los suyos!
Diego Acosta