CRISTIANOS PERSEGUIDOS

Hay advertencias que parecen que no tienen nada que ver con nuestras vidas, como si los anuncios no fueran dirigidos a los seguidores de Jesús sino a otras personas.

Sin embargo la realidad es muy diferente: Cuando Jesús anunció las persecuciones que padeceríamos en su nombre estaba hablando de un tiempo que está más cercano de lo que nos podamos imaginar.

La tranquilidad de asistir a los cultos de los domingos y a las actividades de la Iglesia que tanto nos animan y reconfortan, en muchos lugares del mundo no son posibles de realizar, sin correr riesgos de vida.

El solo seguimiento de Jesús ya supone que somos sospechosos y predicar su Evangelio nos ubica en la categoría de delincuentes y la tenencia de la Biblia en la mejor prueba en nuestra contra.

Es necesario que pensemos en los hermanos perseguidos, en las Iglesias que son cerradas por aplicación de normas absurdas, que son las mismas que se aplican a discotecas, por ejemplo.

Está llegando la hora de que obremos como un Cuerpo, que se duele cuando alguno de sus miembros es afectado. No podemos permanecer indiferentes a la tragedia y a la pérdida de vidas.

Estamos siendo llamados a levantar un clamor por quienes sufren hostigamientos, procesos, detenciones, condenas y hasta entregan su vida por seguir a Jesús. Clamemos por ellos!

Mateo 24:9
Diego Acosta García

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