Cuando sacamos la basura de nuestras casas y no la tiramos al contenedor adecuado sino que la dejamos en el jardín llega un momento en que llenamos nuestra propiedad y podemos llegar a invadir la propiedad de nuestro vecino, llega un momento en que la basura es tanta que en vez de considerar que nosotros somos los culpables de tanta suciedad, ciegos, podemos llegar a pensar y a creernos que la basura es del vecino y que está manchando nuestra propiedad. Vistas las cosas así estamos dispuestos a ir a casa del vecino y decirle « oye que tienes el jardín muy sucio y estas ensuciando el mio, así que te voy a ayudar a limpiar tu propiedad.
Nadie está libre de que le suceda esto, por tanto es bueno que cuidemos de limpiar, recoger la basura y tirarla al contenedor adecuado.
Cuando empieces a ver cosas en tu prójimo que no te gusten, empieza por escudriñar tu vida, tu comportamiento, tu caminar, tus pensamientos, tus reacciones, lo que das, lo que siembras, lo que hablas…
Estamos llenos de pensamientos negativos, constantemente juzgamos a las personas que están a nuestro alrededor y nos hacemos desconfiados y mostramos gran inmadurez, quiero hoy hacer memoria de este versiculo de la biblia Filipenses 4:8 » Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Creo que cuando juzgamos, y cuando criticamos y cuando pensamos mal de los demás es porque no tenemos la mente de Cristo. Señor lleva hoy mis pensamientos cautivos al trono de tu gracia.
Lourdes Dias