CUIDADO

cuidado

Las personas cuando llegamos a una determinada edad, como es mi caso, debemos de tener una especial atención con un aspecto muy delicado en la relación con los jóvenes.

Así como Moisés vivió 40 años al lado de Jacob, así debemos de entender la relación. El hombre mayor lo primero que hizo, fue cuidar del menor.

No desde la perspectiva que nos imaginamos del cuidado que se tiene con un niño, sino desde la visión que se debe de tener hacia una persona que se está formando pero que ya es un Siervo del Señor.

En esto radica la grandeza de servir…!

Pensaba en esto por algunos casos cercanos en mi vida, que me obligan constantemente a la Prudencia y a pedir Sabiduría.

La prudencia es absolutamente necesaria para no abrumar con el peso de los años vividos y de las experiencias adquiridas.

Y también la prudencia nos debe ayudar a no contaminar el crecimiento de la otra persona, con el peso de nuestros fallos o de nuestras creencias erradas.

La Sabiduría es la consejera para saber cómo obrar en cada momento, para que el privilegio que el Eterno nos concede de poner a nuestro lado a alguien más joven sea algo fructífero.

Cuando a veces pienso en como servir, hago Memoria de estas circunstancias, porque en sí mismas, son un presente maravilloso que se coloca en nuestras manos.

Servir…como una pequeña Luz, siempre dispuesto a escuchar y siempre dispuesto a no hablar más de lo necesario.

Cada árbol debe de crecer en la Dirección que el Señor ha dispuesto.

Génesis 30:27

Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

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