DÉBILES

En el mundo se habla con frecuencia a propósito de los débiles, para destacar que pueden ser el eslabón más flojo de cualquier cadena.

O también para poner de manifiesto que son ellos los peores ejemplos para el comportamiento, en una sociedad competitiva.

También se los critica porque no son capaces de sobrevivir en medio de la adversidad y de las duras condiciones que se plantean en el día a día.

Pero, Dios tiene un especial cuidado de quienes son débiles y lo demuestra porque los ha recibido y los acepta tal y como son.

Por lo tanto debemos de prestar la máxima atención a quienes son más frágiles, a quienes tienen menos entereza para la lucha cotidiana.

Y también debemos de tener un especial modo de comportarnos, con quienes son débiles en la fe,  para no afectarlos, no confundirlos y sobre todo para no ser piedra de tropiezo para ellos.

Frente a un débil no nos podemos sentir poderosos ni superiores. Todo lo contrario, debemos ser humildes y misericordiosos. Así es como nos enseñó Jesús.

Romanos 14:1

ES – Recibid al débil en la fe,

       pero no para contender sobre opiniones.

PT – Ora, quanto ao que está enfermo na fé, recebei-o,

       não em contendas sobre dúvidas.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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