Qué difícil es ser coherente con nuestras propias opiniones o decisiones. Un día confiamos y otro des-confiamos.
No es un juego de palabras, es simplemente una forma de actuar que tiene una raíz muy profunda: NO termino de confiar en el Señor!
Tal vez sea una situación parecida a la que vivió Pedro cuando caminó sobre las aguas. Mientras las circunstancias del tiempo no lo atemorizaron, confió.
Este ir y venir de una posición a la otra, me llena de desconcierto y también de incertidumbre, porque no termino de acreditar ni en mis propias decisiones.
He aprendido que orando primero y obrando después, muchos de estos problemas quedan eliminados, aunque mi propia falta de fe me lleve a hacer girar la rueda en un movimiento que parece no tener fin.
Me he prometido ser fiel y una vez tomada una decisión basada en lo que creo que el Eterno ha dispuesto, no volver a pensar en nada y seguir el rumbo indicado.
Confiar, no es des-confiar. Y lamentablemente, no es un juego de palabras!
Salmo 118:8
ES – Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en el hombre.
PT – É melhor confiar no Senhorr
do que confiar no homem.
Diego Acosta / Neide Ferreira
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