DEVOCIONAL
En difíciles circunstancias el profeta Ezequiel recibió de Jehová fortaleza para cumplir con su misión.
En más de una ocasión hice memoria de este episodio, para afrontar mis propias circunstancias, que me superaban en magnitud.
Solamente con el auxilio del Eterno es posible enfrentar situaciones, que parecen imposible de superar, pero que están sujetas a la Voluntad Soberana de Dios.
Si mi frente ha sido hecha de diamante, como no enfrentar a quienes me quieren doblegar?
Por qué habré de temer sabiendo que el Todopoderoso me sostiene?
Todo es cuestión de creer en el que habla con Suprema Autoridad y así como Ezequiel debió hablar al pueblo de Israel, yo también podré hablar a quienes deben escucharme.
O a quienes decidirán no escucharme, siendo lo verdaderamente importante que hable lo que se me impuesto que diga.
El rostro de diamante sirve para eso, para no temer ni para claudicar ante el supuesto poderío de quienes están frente de mí.
Así lo determinó Jehová antes y así lo entiendo ahora!
Ezequiel 3:9
ES – Como diamante,
más fuerte que pedernal he hecho tu frente;
no los temas,
ni tengas miedo delante de ellos,
porque son casa rebelde.
PT – Fiz como diamante a tua fronte,
mais forte do que a pederneira;
não os temas,
pois, nem te assombres com o seu rosto,
porque casa rebelde são.
Diego Acosta / Neide Ferreira