Estaba mirando fotos, como todos los días, cuando me sorprendió una por su extrema sencillez y por lo mucho que me decía.
La evidencia no podía ser más elemental, una mano y la parte superior de un bastón. Elemental y a la vez trascendental.
Me hizo reflexionar acerca de mi vida y de su significado, de lo poco que soy y de lo mucho que me creo, cuando en realidad mi único y más importante valor es considerarme hijo de Dios.
Mirando a mi alrededor, en el pequeño mundo en el que vivo, pensé como sería todo distinto si tuviéramos el valor de confesarnos cosas tan íntimas como estas.
Habría menos orgullo?
Habría menos vanidad?
Creo que sí!
Habría más solidaridad de los unos con los otros, la Misericordia dejaría de ser una palabra extraña y el Amor potenciaría nuestra fe.
Tal vez este sea el mayor efecto de tratar de mirar con los ojos de Jesús!
Salmo 23:3
ES – Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
PT – Refrigera a minha alma;
guia-me pelas veredas da justiça por amor do seu nome.
Diego Acosta / Neide Ferreira