EL DILUVIO – VI

LA BIBLIA ENSEÑA

bensena

Se acordó Dios de quienes estaban en el arca y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos y la lluvia fue detenida.

El arca reposó sobre lo montes de Ararat y se descubrieron las cimas de los montes. Noé abrió la ventana que había hecho y un cuervo estuvo yendo y volviendo. El Patriarca envió una paloma que fue y volvió y por segunda vez, regresó con una rama de olivo. Noé la volvió a enviar y ya no volvió.

La tierra se había secado. Dios volvió a hablar a Noé.

Génesis 8:16

 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.

Tras haber permanecido 378 días en el arca, Noé y su familia la abandonaron e hicieron salir a todas las especies de seres vivientes que estuvieron en ella.

Comenzaba un nuevo tiempo para la especie humana y para todas las demás especies con vida.

Génesis 8:20

Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.

Con el altar y su ofrenda Noé testimoniaba el agradecimiento a Jehová por lo que había hecho con ellos y  las especies que se salvaron del diluvio.

Génesis 8:21

Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.

Jehová percibió la honradez conque Noé había procedido con su ofrenda y entonces tomó una gran decisión. No habría de destruir de nuevo a los seres vivientes.

Esto también debe alentarnos a dirigirnos con humildad y honradez, con temor y temblor ante el Supremo para expresar nuestra gratitud por todo lo que ÉL hace por cada uno de nosotros.

La relación con el Eterno debe ser directa y profunda, como la que podamos haber tenido con nuestro padre carnal a lo largo de la vida.

Dios escucha a los suyos y escucha especialmente a sus hijos, cuando lo honran en justicia y verdad.

Diego Acosta

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