Blog del TIEMPO!
Siempre se ha dicho que la especie humana, es la más grave amenaza para la Tierra que habitamos.
Puede que haya personas que interpreten que esta afirmación es una auténtica exageración, fuera de los límites de lo razonable.
Sin embargo y lamentablemente, hay evidencias que demuestran que la especie de la que formamos parte, somos verdaderamente un peligro para la Tierra.
Unas imágenes recientemente reveladas, muestran como a mediados de Junio del año pasado, el cuarto lago más grande del planeta, se había reducido a solamente un diez por ciento de su magnitud.
Nos referimos al Mar de Aral ubicado entre Kazajstán y Uzbekistán, que en su momento llegó a tener más de 68 mil kilómetros cuadrados, que representaba el doble de la superficie de Bélgica.
Por las decisiones de los gobiernos comunistas, a partir de 1960 los ríos que abastecían de agua al Aral, fueron dedicados a la agricultura intensiva, provocando en poco más de medio siglo un desastre ambiental de gravísimas consecuencias.
Lo que antes era un mar que generaba riqueza a través de la pesca, ahora es un gigantesco desierto, que hasta tiene un nombre: Aralkum.
Las responsabilidades son directas de los gobernantes soviéticos, pero no menos las personales, por la indiferencia con la que obró la opinión pública para buscar de frenar semejante desatino.
Los hombres, cada uno de nosotros, somos Mayordomos de la Tierra. Y todo nos será reclamado!
Diego Acosta