El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego,
y pies semejantes al bronce bruñido,
habla a la Iglesia de Tiatira
y le dice que: tus obras postreras son más que las primeras.
Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin,
le daré la estrella de la mañana.
EN ESTE DÍA