EL MILAGRO

DEVOCIONAL

Hay personas que niegan rotundamente la existencia de los milagros y en cambio se conforman con atribuir determinados acontecimientos a la suerte o la casualidad.

En otras palabras cambian lo que es una evidencia por algo que no tiene el menor sustento lógico y mucho menos con fundamentos de racionalidad. Es muy parecido a afirmar que algo sucedió, justificarlo por la simpleza más que elemental de decir que… ocurrió.

Nada más!

Sin embargo hay situaciones que resultan tan tremendamente reales, que cuesta trabajo comprender el por qué de tanta negación de hechos que son sobrenaturales.

En estas horas, uno de los dos milagros que reconozco y agradezco en mi familia, celebra un nuevo cumpleaños. Recuerdo que el día que nació una médica me dijo que era el resultado de la ciencia.

Yo le respondí: Es verdad, Dios la capacitó a Ud. para que a través de la ciencia pudiera ocurrir un Milagro. Ella se retiró ofuscada. Lamenté profundamente que se negara la alegría y el reconocimiento que tenía y tengo en mi corazón.

1 Corintios 2:9
Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
ni han subido en corazón de hombre,
son las que Dios ha preparado para los que le aman
.

1 Coríntios 2:9
Mas, como está escrito:
As coisas que o olho não viu, e o ouvido não ouviu,

e não subiram ao coração do homem
são as que Deus preparou para os que o amam.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

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